Tarta de albaricoque
David
| 19-07-2024
· Equipo de Comida
¿Anhelas el sabor del sol? No busques más allá de la tarta de albaricoque, un postre veraniego quintessential que explota con sabor.
Imagina esto: jugosos albaricoques rellenos en una corteza dorada y mantecosa. Es una sinfonía de dulce y ácido, un deleite inspirado en la cocina francesa que es elegante y fácil de hacer.

La estrella del espectáculo: albaricoques

Lo especial de una tarta de albaricoque es cómo sabe la fruta. Cuando horneas albaricoques, adquieren un sabor intenso. El horno los hace más dulces y concentrados, así que cada bocado se siente soleado y brillante. Además, hornear los albaricoques los convierte en un vibrante y llamativo color naranja.

¿Listo para hornear?

Aquí tienes una receta simplificada para empezar:
Para la corteza:
- 1 1/4 tazas de harina para todo uso
- 1/2 taza de mantequilla fría sin sal
- 1 cucharada de azúcar
- 1/2 cucharadita de sal
- Agua helada
Para el relleno:
- 1 1/2 libras de albaricoques frescos y maduros
- 1/3 a 1/2 taza de azúcar
- Semillas de vainilla (opcional)
- Pizca de sal
Instrucciones:
1. Prepara la masa:
Mezcla la harina, el azúcar y la sal en un bol. Con un cortador de masa o tus dedos, trabaja la mantequilla fría hasta que parezcan migas gruesas. Añade poco a poco agua helada hasta que la masa se una. Déjala enfriar durante aproximadamente una hora.
2. Extiéndela:
Espolvorea tu superficie con harina y extiende la masa en un círculo. Ahora, transfiérela a tu bandeja de hornear o molde para tarta.
3. Prepara los albaricoques:
Lava y parte los albaricoques, luego desecha los huesos. Corta los medios en gajos para una bonita presentación.
4. Endulza las cosas:
En un bol, mezcla los gajos de albaricoque con azúcar, una pizca de semillas de vainilla (si las usas) y una pizca de sal.
5. Coloca y hornea:
Coloca los gajos de albaricoque sobre la masa, dejando un borde alrededor. Hornea a 375°F (190°C) durante 35-45 minutos, o hasta que la corteza esté dorada y la fruta caramelizada.
6. Enfriamiento:
Deja que la tarta se enfríe ligeramente antes de servir. Espolvorea con azúcar glasé para un toque extra de dulzura, si lo deseas.
Una tarta de albaricoque es versátil porque puedes personalizarla de muchas maneras. Para más riqueza, puedes extender mazapán o frangipane debajo de los albaricoques. Si prefieres cremosidad, añade una base de crema pastelera o acompáñala con crème fraîche para un delicioso contraste con el sabor ácido.
Para añadir un toque de elegancia, cepilla ligeramente la tarta con mermelada de albaricoque calentada. Este sencillo paso le da un hermoso brillo y realza el sabor del albaricoque, elevando tu tarta a la perfección de una pastelería parisina.
Ya sea que seas un experto en la cocina o nuevo en ella, dominar la tarta de albaricoque es un logro gratificante. ¡Sírvela caliente con una cucharada de crème fraîche o una bola de helado de vainilla y prepárate para impresionar!