¡Hola Lykkers! ¿Son amantes de los postres? Si es así, ¡prueben el croissant! ¡Pocos postres en el mundo pueden superar a un croissant fresco y hojaldrado!

Imagina esto: una corteza dorada y crujiente que da paso a capas suaves y aireadas de masa, todas impregnadas de un rico sabor a mantequilla. Un croissant perfectamente hecho es un festín para los sentidos. ¡Date un capricho con este delicioso pastel y disfruta de una experiencia de sabor inolvidable!

¡Ahora comencemos con los ingredientes!

Ingredientes:

Para la masa:

1 taza de leche entera, 1/4 taza de azúcar blanca granulada, 1 paquete de levadura seca activa (2 cucharaditas), 3 tazas de harina para todo uso, 1 cucharadita de sal, 1 taza de mantequilla sin sal, ablandada.

Para la capa de mantequilla:

1,5 tazas de mantequilla fría sin sal.

Huevo batido: 1 huevo batido con 1 cucharadita de agua.

Instrucciones:

Hacer la masa:

1. Calienta la leche a unos 100°F (38°C), mezcla el azúcar y la levadura ,y deja reposar durante 5-10 minutos hasta que esté espumoso.

2. En un recipiente, mezcla bien la harina y la sal. Haz un agujero en medio de la mezcla de harina con la mano o una cuchara y vierte la mezcla de leche en él.

3. Coloca la masa a una superficie enharinada y amásala durante 5 minutos hasta obtener una textura suave y elástica, añadiendo más harina si es necesario para evitar que se pegue.

4. Usa tus manos para extender la masa en un rectángulo y esparce 1 taza de mantequilla ablandada por toda la superficie. Imagina dividir la masa en tres secciones. Pliega y superpone cada sección.

5. Cubre y refrigera por 30 minutos.

Preparar la capa de mantequilla:

6. Golpea 1/2 taza de mantequilla fría con un rodillo hasta formar un rectángulo de 6x8 pulgadas(15x20 cm )sobre una superficie enharinada.

7. Saca la masa del refrigerador y estírala en un gran rectángulo de aproximadamente 35x25 cm. Coloca el rectángulo de mantequilla en el centro de la masa.Coloca el rectángulo de mantequilla en su centro.

8. Dobla cada lado de la masa sobre la mantequilla, creando un paquete. Vuelve a hacer de la masa un rectángulo largo.

9. Dobla la masa en tercios, envuélvela en plástico y refrigérala durante 30 minutos. Repite el proceso de estirado y plegado dos veces más, refrigerando por 30 minutos entre cada vez, para un total de 3 pliegues.

Dar forma a los croissants:

10. Extiende la masa hasta formar un rectángulo de aproximadamente 50x30 cm y 0,5 cm de grosor. Recorta los bordes y corta la masa en triángulos largos, con una base de unos 10-12 cm.

11. Enrolla cada triángulo firmemente, comenzando desde la base y hacia la punta puntiaguda. Colócalos en bandejas para hornear forradas con papel pergamino, con el lado curvado hacia abajo. Cubre y deja fermentar a temperatura ambiente durante 1-2 horas, hasta que estén esponjosos.

12. Precalienta el horno a 400°F (200°C). Unta los croissants con huevo batido.

13. Hornea durante 15-18 minutos hasta que estén bien dorados. Deja que se enfríe un poco antes de servir.

El proceso requiere tiempo con todos los pliegues, estiramientos y enfriamientos necesarios para desarrollar esas capas hojaldradas, ¡pero el resultado de croissants frescos y caseros vale completamente el esfuerzo! Disfrútalos recién horneados.