Lograr el equilibrio perfecto de textura crujiente sin romper la delicada piel requiere habilidad y atención al detalle.

Las empanadas fritas, conocidas como gyozas en la cocina japonesa, son un plato muy apreciado en todo el mundo por su exterior crujiente y sus sabrosos rellenos.

En este artículo, exploraremos siete consejos esenciales que los cocineros japoneses dominan para el arte de freír estas delicias a la perfección.

1. Utiliza el envoltorio adecuado:

El primer paso para conseguir unas empanadillas fritas crujientes es seleccionar el envoltorio adecuado. Opta por envoltorios de gyoza finos y de alta calidad hechos específicamente para freír. Estos envoltorios son más delgados que los que se usan para cocinar al vapor, lo que permite una textura más crujiente al echarlas al aceite caliente.

2. Proporción adecuada de llenado y envoltorio:

Mantener la proporción ideal entre relleno y envoltorio es fundamental para evitar que reviente durante la fritura. Llenar demasiado las empanadillas puede hacer que los envoltorios se rompan, lo que provocará la absorción de aceite y una textura empapada. Trata de obtener una cantidad equilibrada de relleno que permita que las albóndigas se sellen correctamente sin estirar demasiado los envoltorios.

3. Asegúrate de que haya un sello hermético:

Sellar correctamente las bolas de masa es fundamental para evitar que el relleno se salga durante la fritura. Usa una pequeña cantidad de agua o huevo batido para humedecer los bordes del envoltorio antes de doblarlos y presionarlos firmemente. Engarza los bordes con un tenedor o pliégalos cuidadosamente para crear un sello hermético que resista el calor de la fritura.

4. Controla la temperatura del aceite:

Mantener la temperatura correcta del aceite es crucial para lograr bolas de masa fritas crujientes. Calienta el aceite a unos 180 °C (350 °F) antes de agregar las bolas de masa. Cocinar a una temperatura demasiado baja dará como resultado bolas de masa grasosas y empapadas, mientras que freírlas a una temperatura demasiado alta puede hacer que los envoltorios se quemen antes de que el relleno se cocine por completo. Por ello utiliza un termómetro para controlar la temperatura del aceite y ajusta el calor según sea necesario durante todo el proceso de fritura.

5. Utiliza el método de doble fritura:

Para garantizar el máximo crujiente, considera emplear el método de doble fritura. Después de freír inicialmente las gyozas hasta que estén doradas, retíralas del aceite y déjalas enfriar un poco. Luego, regrésalas al aceite caliente para freírlas por segunda vez, hasta que queden aún más crujientes. Esta técnica ayuda a lograr un exterior perfectamente crujiente y al mismo tiempo garantiza que el relleno permanezca jugoso y tierno.

6. Drena el exceso de aceite:

Después de freír, transfiere las bolas de masa a una rejilla o a un plato forrado con papel toalla para escurrir el exceso de aceite. Dejar que reposen brevemente antes de servir ayuda a evitar que se empapen debido a la absorción de aceite residual. Para un acabado más crujiente, golpea ligeramente las empanadillas con una toalla de papel para eliminar el aceite de la superficie antes de servir.

7. Servir inmediatamente:

Para obtener la mejor textura y sabor, sirve las albóndigas fritas inmediatamente después de cocinarlas. Las albóndigas fritas crujientes están en su punto máximo cuando están calientes y recién salidas de la freidora. Colócalos en un plato con salsa y guarniciones para obtener una presentación visualmente atractiva que deleitará a tus invitados.

Dominar el arte de freír empanadillas para lograr el equilibrio perfecto de textura crujiente sin romper la piel es una habilidad que requiere práctica y atención al detalle. Siguiendo estos siete consejos esenciales, los cocineros japoneses pueden mejorar su juego de hacer gyozas y deleitar a los comensales con delicias perfectamente crujientes en todo momento. ¡Con las técnicas adecuadas y un poco de paciencia, podrás freír gyoza doradas como un profesional en muy poco tiempo!