Equilibrio nutricional
· Equipo de Comida
El nombre "aguacate" proviene de su rico sabor a mantequilla.
Como miembro de la categoría de "superalimentos", los aguacates, como las semillas de chía, la quinoa, el aceite de oliva, el aceite de coco y la okra, tienen un estatus legendario.
Con títulos como "mantequilla del bosque", "mayonesa natural" y "queso de origen vegetal", los aguacates son a menudo considerados esenciales para el crecimiento de los niños, a pesar de su alto precio. ¿Pero son los aguacates realmente tan milagrosos? ¿Es necesario insistir en proporcionárselos a los niños?
Desde un punto de vista nutricional, en comparación con frutas comúnmente consumidas como las manzanas, los aguacates cuentan con credenciales impresionantes. Ya sea energía, proteínas, grasas, carotenoides, vitamina C, potasio u otros elementos, los aguacates sobresalen.
Además, los aguacates no sólo son nutritivos sino que también tienen una textura suave, lo que los hace aptos como alimento complementario. Pero, ¿pueden los niños comerlos todos los días o con frecuencia?
En cuanto a la composición nutricional, los aguacates tienen un alto contenido energético y graso. Con casi 170 kcal de energía y casi 15 gramos de grasa por cada 100 gramos, incluso un aguacate pequeño, la mitad de él, contiene de 50 a 75 gramos.
Si un niño consume medio aguacate al día, consumiría entre 85 y 170 kcal de energía y entre 8 y 15 g de grasa. Considerando los requerimientos energéticos y grasos para una alimentación complementaria:
Según las "Directrices para la suplementación nutricional de lactantes y niños pequeños", por ejemplo, un niño de 6 meses que pesa 9 kg necesita una media de 700 kcal de energía al día procedente de alimentos complementarios. En esta etapa, la grasa representa aproximadamente el 40% del requerimiento energético total. Por lo tanto, un bebé de 9 kg necesita alrededor de 31 g de grasa al día.
Si un bebé come medio aguacate grande al día, consumiría 15 g de grasa. Sumando esto a la grasa de la leche (unos 25 g de 700 a 800 ml), la ingesta total de grasa del aguacate y la leche combinados sería de unos 40 g.
Teniendo en cuenta el contenido de grasa de los alimentos complementarios como el cereal de arroz, la yema de huevo, el puré de carne y el pescado, es evidente que el consumo excesivo de aguacate podría provocar un rápido aumento de peso en los bebés, lo que puede no ser beneficioso para su salud a largo plazo.
Por lo tanto, dar aguacates a los niños depende con frecuencia de sus hábitos alimenticios y de su etapa de desarrollo. Es importante lograr un equilibrio y no creer ciegamente en los "efectos" milagrosos de los aguacates.
Si a un niño le gusta comer aguacates, ofrécelos en cantidades moderadas, preferiblemente en rodajas pequeñas en lugar de mitades o aguacates enteros. Si al niño no le gustan, no es necesario insistir. Hay muchos otros alimentos nutritivos para satisfacer sus necesidades de crecimiento.
¿A qué edad los bebés pueden comer aguacates? A partir de 6 meses.
Se debe recordar a los padres que a la hora de introducir alimentos complementarios, ya sean verduras o frutas, lo mejor es empezar por los que se consumen habitualmente en casa. Esto ayuda a reducir el riesgo de alergias. No sigan las tendencias a ciegas.
En conclusión, si bien los aguacates ofrecen innumerables beneficios nutricionales, su alto contenido energético y graso requiere moderación, especialmente en las dietas infantiles. Equilibrar la diversidad de alimentos es clave para apoyar un crecimiento saludable. Entonces, ya sean aguacates u otras opciones nutritivas, abordemos la alimentación de nuestros hijos con atención y variedad.