Cafeína y salud
· Equipo de Comida
Una de las tres principales bebidas del mundo, el café, ha ido calando poco a poco en nuestras vidas e incluso se ha convertido en un símbolo de la vida moderna.
Los surcoreanos consumen un promedio de 200 tazas de café al año, mientras que los estadounidenses consumen 400 tazas y los europeos 750 tazas.
Para sobrellevar las tareas de todo el día, algunas personas optan por refrescarse con una taza de café o té, dejando que la cafeína los revitalice y despierte. Sin embargo, como ocurre con todo, la moderación es clave.
El consumo ocasional puede no llevar a la adicción, pero beber más de cinco tazas al día es excesivo y y ciertos grupos deben ser especialmente cautelosos con su ingesta.
1. Síntomas de adicción o abstinencia:
Sentirse cansado, somnoliento, fatigado o experimentar dolores de cabeza o malestar al no consumir café indica dependencia o abstinencia de la cafeína.
2. Osteoporosis:
Algunos estudios han encontrado que la cafeína actúa como diurético, provocando la pérdida de calcio, magnesio, potasio y otros electrolitos del cuerpo. Por lo tanto, la cafeína figura como un factor de riesgo de osteoporosis. Actualmente, los científicos están llevando a cabo más investigaciones en esta área.
Para personas con osteoporosis, se recomienda no exceder las dos tazas de café al día (una taza de 240 ml de café contiene aproximadamente 100 mg de cafeína). También deben complementar su ingesta de calcio para reducir la gravedad de la osteoporosis y disminuir la tasa de fracturas de cadera.
3. Anemia por deficiencia de hierro:
La anemia por deficiencia de hierro puede deberse a una ingesta dietética inadecuada de hierro, hemorragias agudas o crónicas y consumo excesivo de café y té, ya que el ácido tánico que contienen puede dificultar la absorción de hierro. Las personas anémicas que consumen café para mantenerse alerta pueden exacerbar su condición.
4. Pacientes con gastritis y úlcera péptica:
La cafeína estimula la secreción de ácido gástrico, provocando indigestión y acidez de estómago. Las personas con úlceras pépticas o síntomas como malestar gástrico, acidez o dolor de estómago después de beber café deben limitar su consumo.
5. Pacientes con enfermedades cardiovasculares:
El cafestol en el café activa señales desde el intestino delgado al hígado, indicándole que deje de descomponer el colesterol. Esto puede provocar un aumento de los niveles de colesterol, especialmente del LDL (colesterol malo), lo que aumenta el riesgo de obstrucciones de los vasos sanguíneos y aterosclerosis.
Según un estudio publicado en la revista Pharmacological Research, el método de preparación afecta el contenido de cafestol en el café. El café por goteo casi no tiene cafestol, mientras que tiempos de preparación más largos o agua más caliente dan como resultado niveles más altos de cafestol.
6. Pacientes con cálculos biliares:
Incluso pequeñas cantidades de cafeína pueden estimular la contracción de la vesícula biliar, lo que podría causar dolor en personas con cálculos biliares. Por lo tanto, los pacientes con cálculos biliares deben evitar beber café.
Aún puedes disfrutar de los beneficios del café, como acelerar el metabolismo, refrescarte y mejorar el estado de alerta si no tienes los problemas antes mencionados y puedes prestar atención a la cantidad y calidad del café que consumes.