Mucha gente no sabe acerca de la vida útil de un coche. Todos los coches tienen una vida útil determinada, e incluso los nuevos acaban llegando a un punto en el que ya no son viables, ya sea por su antigüedad o por su kilometraje.

En circunstancias normales, mucha gente cree que la vida útil de un coche es de sólo 300.000 kilómetros y que debería desguazarse una vez alcanzado ese kilometraje. Sin embargo, en realidad, si mantienes tu coche adecuadamente, es completamente posible conducirlo hasta los 500.000 kilómetros. Con años de promoción y desarrollo, la calidad de los automóviles ha mejorado y el kilometraje obligatorio de desguace ha aumentado hasta alcanzar los 600.000 kilómetros.

Entonces, lo primero que hay que mencionar es que debes prestar atención al mantenimiento del coche.

Mucha gente dice que comprar un automóvil es fácil pero mantenerlo es difícil, y eso se debe a que un vehículo no es algo que se compra y luego no se vuelve a gastar dinero. Ya sea combustible, mantenimiento o reparaciones, todo supone un gasto importante. No obstante, estos costos son necesarios.

Algunas personas piensan que si su coche funciona sin problemas durante un buen periodo, ya no necesitan darle mantenimiento. Pero si un coche no recibe mantenimiento durante mucho tiempo, es propenso a sufrir muchos problemas, como un mayor consumo de combustible, entre otros. Además de causar molestias al conducir y contribuir a una mayor contaminación, descuidar el mantenimiento del coche puede acortar significativamente su vida útil.

Los coches entre 6 y 15 años deben pasar una inspección anual. Si tu coche particular lleva 15 años en uso, deberás hacerlo revisar cada seis meses. Por lo tanto, es fundamental recordar a los propietarios de automóviles que presten atención al mantenimiento del vehículo para que su vehículo sea más cómodo y dure más.

¡En algunas situaciones, debes comprobar si a tu coche le ocurre algo! Estos problemas podrían poner en peligro tu seguridad. Si hubiera algún problema con los frenos, normalmente escucharás un ruido fuerte y anormal desde el exterior del automóvil. Si los frenos fallan mientras conduces, puedes utilizar el freno de mano como medida de emergencia. Al ser una máquina en movimiento de gran tamaño, debes intentar evitar a toda costa los peatones y obstáculos. La falla de los frenos mientras se conduce es una perspectiva aterradora. En muchos accidentes, los fallos del sistema de frenos representan una proporción importante.

Por lo general, después de un largo viaje, recuerda no lavar el coche inmediatamente. Después de un viaje largo, la temperatura de componentes como los discos de freno será alta. Lavar el coche con agua fría en este momento puede provocar que los discos se deformen. Otro posible problema es el temblor frecuente del volante. El problema más grave podría ser una falla total del sistema de frenos, lo que representa un riesgo importante para la seguridad. En tal situación, deberás girar el volante para mantener el funcionamiento normal del vehículo.

En tiempo tormentoso, si dos tercios del área del cilindro de freno se sumergen en agua durante más de 2 horas, el vehículo es propenso a desviarse durante el frenado. Se recomienda revisar y reemplazar el cilindro rápidamente. Además, sería conveniente inspeccionar si hay fugas de aceite en las juntas y tuberías de aceite de los frenos; así como inspeccionar si hay piezas del cilindro maestro que estén dañadas.

El sistema de control de la presión de los neumáticos de nuestro automóvil puede controlar automáticamente la presión y la temperatura de los neumáticos en tiempo real cuando el automóvil está parado o en movimiento. Si no prestas mucha atención, difícilmente lo oirás. Debe estar atento para evitar que los neumáticos revienten debido a una presión incorrecta, sobre todo si los neumáticos están deformados. Esta es una situación muy peligrosa que puede ocurrir en cualquier momento.

Si se trata de neumáticos normales, lo mejor es que los revisen y mantengan periódicamente en un taller de reparación especializado. El abultamiento puede ocurrir comúnmente. Los cables metálicos del interior del neumático podrían haberse deformado o roto. Continuar conduciendo podría provocar directamente una explosión.

Si esto sucede mientras se conduce por una autopista, las consecuencias podrían ser aún peores. Si experimentas una explosión repentina de una llanta mientras conduces y no puedes reemplazar la llanta de refacción, debes detenerte de inmediato y pedir ayuda.

Recuerda, un coche en buen estado no es sólo un medio de transporte, sino también una garantía de tu seguridad en la carretera.