El agua de lluvia que cae al suelo, descontando las pérdidas que se producen por la infiltración y la evaporación, fluye en una determinada dirección y trayectoria bajo la acción neutralizante.

Este tipo de flujo de agua se llama escorrentía superficial. La escorrentía superficial erosiona el suelo a largo plazo, formando barrancos, que eventualmente se convierten en arroyos y convergen para formar ríos. La formación y desarrollo de los valles fluviales implica no sólo la acción erosiva de los ríos sino también procesos de transporte y deposición.

Generalmente, la capacidad de carga es mayor en los tramos superiores que en los tramos inferiores durante los períodos de inundación en comparación con las estaciones secas, sin embargo, la capacidad de carga de un río depende principalmente de la velocidad de su flujo.

Se utiliza una importante clasificación de sedimentos en los procesos de transporte y deposición. En los tramos superiores, el lecho del río se compone principalmente de grandes rocas, mientras que en los tramos medios se compone de grava pequeña y arena gruesa, y en los tramos inferiores solo hay arena y barro. Los accidentes geográficos causados por la deposición de los ríos incluyen principalmente abanicos aluviales, llanuras aluviales y deltas.

La formación y evolución de los ríos también está influenciada por diversos factores naturales como los movimientos tectónicos, el cambio climático y los cambios en los niveles de las aguas subterráneas. Las actividades humanas también pueden afectar a los ríos, como el desarrollo excesivo y la contaminación, pues pueden influir en el proceso de evolución de los ríos.

El valle por el que discurre un río se denomina valle fluvial y la parte del fondo del valle ocupada por el caudal de agua se denomina cauce. Mirando río abajo, la margen izquierda del río se llama margen izquierda y la margen derecha se llama margen derecha. Los ríos sirven como una vía importante en el ciclo hidrológico, tienen la superficie y el volumen más pequeños entre todos los cuerpos de agua de la Tierra, pero su relación con los humanos es la más íntima.

Segmentación de ríos

Los ríos generalmente se dividen en cinco segmentos, desde aguas arriba hasta aguas abajo, según las características de sus valles y lechos, pendientes del lecho, niveles de erosión y deposición, velocidad y descarga del flujo, y variaciones en las condiciones del agua.

(1) Fuente: el lugar donde se origina un río se llama nacimiento, típicamente el área donde comienza el río. Los ríos a menudo se originan en montañas, pero algunos pueden originarse en llanuras, lagos, marismas o manantiales.

(2) Tramos superiores: la sección del río directamente conectada a su nacimiento se llama tramo superior. Sus características incluyen pendientes pronunciadas, flujo rápido, fuerte acción descendente, valles estrechos con altas montañas a ambos lados, que a menudo forman valles en forma de V, con muchas cascadas y fluctuaciones significativas durante las inundaciones.

(3) Tramos medios: debajo de los tramos superiores se encuentran los tramos medios, caracterizados por pendientes de lecho más suaves, una acción de tala más débil, un ensanchamiento gradual del río debido a la erosión en ambos lados y una erosión y deposición significativas, lo que resulta en bancos de arena o bancos de arena en el lecho del río.

(4) Tramos inferiores: la sección más baja del río se denomina tramo inferior y se caracteriza por suaves pendientes de lecho y una velocidad de flujo lenta, principalmente en estado de sedimentación, con predominio de bancos de arena, valles anchos, altos caudales y canales serpenteantes.

(5) Desembocadura del Río: cuando un río desemboca en el océano, un lago u otro río, el punto de entrada se llama desembocadura. Debido a la repentina expansión de la desembocadura del río y la disminución de la velocidad del flujo, combinado con la influencia de las mareas, se acumulan grandes cantidades de sedimentos, formando desembocaduras de deltas multicanal. Algunos ríos desaparecen en desiertos sin desembocadura.

En la Tierra, los ríos son fuente de vida, moldean el paisaje y sustentan el desarrollo de la civilización humana. Sin embargo, la formación y evolución de los ríos son manifestaciones de fuerzas naturales y están siendo influenciadas por las actividades humanas. Por lo tanto, nos corresponde a cada uno de nosotros asumir la responsabilidad de proteger el entorno ecológico de los ríos, promover la evolución natural de los ríos y vivir en armonía con la naturaleza. Sólo así podremos proteger nuestra Tierra, el hogar del que dependemos para sobrevivir, y mantenerla siempre vibrante y hermosa.