Océanos Sostenibles
· Equipo de Astronomía
Los océanos cubren más del 70 % de la superficie de la Tierra y proporcionan recursos vitales, como peces, algas marinas, minerales y energía renovable. Sin embargo, la sobreexplotación ha provocado una disminución de la biodiversidad marina y la salud de los ecosistemas.
Para preservar estos recursos para el futuro y, al mismo tiempo, satisfacer las necesidades actuales, es esencial un uso sostenible.
Esto significa gestionar de forma responsable los recursos marinos para equilibrar el uso humano con la conservación del ecosistema. A continuación, se muestra cómo podemos lograr un uso sostenible de los recursos marinos.
1. Comprender el uso sostenible
El uso sostenible de los recursos marinos garantiza que estos recursos se utilicen de manera que no comprometan su disponibilidad para las generaciones futuras. El enfoque se centra en la conservación, la gestión cuidadosa y las prácticas de aprovechamiento sostenible que apoyan el equilibrio económico, social y ecológico.
2. Prácticas de pesca sostenibles
La sobrepesca amenaza los ecosistemas marinos al agotar las poblaciones de peces, alterar las cadenas alimentarias y dañar los hábitats. Las prácticas de pesca sostenibles tienen como objetivo mitigar estos efectos:
- Límites y cuotas de captura: los límites de captura basados en la ciencia previenen la sobrepesca al controlar la cantidad de cada especie que se captura. Esto garantiza que las poblaciones de peces se mantengan saludables y puedan reproducirse de manera eficaz.
- Aparejos de pesca selectivos: los aparejos que minimizan la captura incidental, como los anzuelos circulares y los dispositivos excluidores de tortugas, reducen la captura no intencionada de especies no objetivo, preservando la biodiversidad marina.
- Áreas marinas protegidas (AMP): las AMP restringen o prohíben la pesca y otras actividades extractivas, lo que permite que las poblaciones y los hábitats marinos se recuperen. Estas áreas sustentan ecosistemas saludables y poblaciones de peces que benefician a las pesquerías más allá de sus límites.
3. Acuicultura sostenible
La acuicultura es clave para satisfacer la demanda de productos del mar, pero puede tener desventajas ambientales, como la destrucción del hábitat y la contaminación. Las prácticas de acuicultura sostenible se centran en minimizar estos impactos:
- Acuicultura multitrófica integrada (IMTA): la IMTA cultiva diferentes especies juntas, como peces, mariscos y algas marinas, para crear un sistema equilibrado donde los desechos de una especie se convierten en nutrientes para otra.
- Técnicas de cultivo de bajo impacto: el uso de sistemas de acuicultura de recirculación (RAS) y la agricultura en alta mar reduce el daño ambiental y la alteración del hábitat. Las prácticas de alimentación sostenibles, como las dietas basadas en plantas o el uso de subproductos de pescado, minimizan aún más la huella ecológica.
4. Energía oceánica renovable
El océano ofrece potencial para la energía limpia a través de la energía eólica, undimotriz y mareomotriz, que se puede aprovechar de manera sostenible:
- Parques eólicos marinos: las turbinas marinas ubicadas estratégicamente pueden generar electricidad renovable con un impacto mínimo en la vida marina. La tecnología mejorada y la planificación del sitio ayudan a reducir la alteración del hábitat y la contaminación acústica.
- Energía mareomotriz y undimotriz: los dispositivos de energía mareomotriz y undimotriz convierten el movimiento del océano en energía, lo que ofrece una fuente de energía sostenible. Las investigaciones en curso buscan desarrollar diseños ecológicos para minimizar su impacto en los ecosistemas marinos.
5. Conservación y políticas marinas
La gestión eficaz de los recursos marinos requiere políticas sólidas y colaboración entre gobiernos, comunidades y organizaciones:
- Planificación espacial marina (PEM): la PEM coordina diferentes actividades marinas para equilibrar el desarrollo y la conservación, prevenir conflictos entre usuarios (por ejemplo, pesca, transporte marítimo) y proteger hábitats sensibles.
- Acuerdos internacionales: acuerdos como la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS) y el Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 ("Vida submarina") establecen estándares globales para el uso sostenible de los recursos marinos, haciendo hincapié en la conservación y la protección de la biodiversidad.
El uso sostenible de los recursos marinos es fundamental para la salud de los océanos, la seguridad alimentaria y los medios de vida.
Al promover la pesca sostenible, la acuicultura responsable, el uso de energía renovable y políticas sólidas, podemos equilibrar las necesidades humanas con la preservación ecológica.
Es necesario un enfoque colaborativo que involucre a los gobiernos, la industria, los científicos y las comunidades para proteger los océanos para las generaciones futuras.