Empieza el día con una tanda de waffles clásicos, crujientes por fuera y esponjosos por dentro. Esta receta fácil de preparar te dará unos waffles dorados y deliciosos que son perfectos para el desayuno o el brunch.
Cúbrelos con almíbar, fruta fresca o crema batida para un capricho que a todos les encantará.
Receta
Ingredientes:
- 2 tazas de harina común (300 gr)
- 2 cucharadas de azúcar granulada
- 1 cucharada de polvo para hornear
- ½ cucharadita de sal
- 2 huevos grandes
- 1 ¾ tazas de leche (312,50 gr)
- ½ taza de mantequilla sin sal, derretida (112,5 gr)
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
Instrucciones:
Calienta la wafflera: configura la wafflera para que se precaliente, siguiendo las instrucciones del fabricante.
Mezcla los ingredientes secos: en un bol grande, bate el polvo de hornear, la sal, la harina y el azúcar.
Prepara los ingredientes húmedos: en otro bol, bate los huevos, luego agrega la mantequilla derretida, el extracto de vainilla y la leche. Mezcla bien.
Combina: combina los ingredientes húmedos y secos, revolviendo suavemente hasta que se mezclen. Evita mezclar demasiado; algunos grumos en la masa están bien.
Cocina los waffles: engrasa ligeramente la wafflera con spray antiadherente o mantequilla. Vierte la masa sobre la wafflera caliente y cocina según las instrucciones del fabricante hasta que los waffles estén dorados y crujientes.
Sirve: sirve caliente con tus aderezos favoritos, como almíbar, bayas frescas, crema batida o incluso una pizca de azúcar en polvo.
Disfruta: ¡disfruta de estos waffles crujientes y esponjosos como un comienzo perfecto para tu día!
Conclusión
Lykkers, los waffles clásicos son un básico del desayuno: crujientes, esponjosos y listos para ser cubiertos con tus sabores favoritos. Perfectos para una mañana acogedora en casa.