El helado de vainilla es el postre por excelencia que nunca pasa de moda. Cremoso, suave y rico en sabor, esta versión casera eleva la experiencia clásica de la vainilla.

Ya sea que lo disfrutes solo, cubierto con tus salsas favoritas o entre galletas, el helado de vainilla es la comida reconfortante definitiva que le da alegría a cada bocado.

Receta

Ingredientes:

- 2 tazas de crema espesa (500 gr)

- 1 taza de leche entera (250 gr)

- ¾ de taza de azúcar granulada /172,5 gr)

- 1 vaina de vainilla (o 2 cucharaditas de extracto puro de vainilla)

- Una pizca de sal

- 4 yemas de huevo grandes

Instrucciones:

Prepara la base de vainilla: en una cacerola mediana, combina la crema espesa, la leche y la mitad del azúcar. Si usa una vaina de vainilla, ábrala y raspe las semillas, agregando tanto las semillas como la vaina a la mezcla. Caliente a fuego medio hasta que comience a hervir a fuego lento. Retire del fuego y deje reposar la vainilla durante 15 a 20 minutos.

Bata las yemas de huevo: en un recipiente aparte, bata las yemas de huevo con el azúcar restante hasta que estén pálidas y ligeramente espesas.

Temple los huevos: vierta lentamente la mezcla de crema tibia en las yemas de huevo, batiendo constantemente para evitar que se cuaje. Una vez combinados, devuelva la mezcla a la cacerola.

Cocine las natillas: cocine la mezcla a fuego lento, revolviendo constantemente, hasta que espese ligeramente y cubra el dorso de una cuchara (alrededor de 170 °F o 77 °C). No deje que hierva.

Enfríe la mezcla: retire la vaina de vainilla (si usó) y cuele las natillas a través de un colador de malla fina en un recipiente limpio. Agregue el extracto de vainilla (si no usa una vaina de vainilla) y una pizca de sal. Cubre la superficie con film transparente y refrigera hasta que esté completamente frío, al menos 4 horas o durante la noche.

Bate el helado: transfiere la crema pastelera fría a una máquina para hacer helado y bátelo según las instrucciones del fabricante hasta que alcance una textura suave.

Congela hasta que esté firme: transfiere el helado batido a un recipiente con tapa y congela durante al menos 2 horas o hasta que esté firme.

Sirve: saca una cucharada y disfruta de tu helado de vainilla casero solo o con tus ingredientes favoritos.

Conclusión

Para nuestros queridos Lykkers, el helado de vainilla es un clásico atemporal: cremoso, rico y lleno de sabor puro a vainilla, perfecto para cualquier amante de los postres.