Los cupcakes, esos pequeños bocados de pastel coronados con un remolino de glaseado, se han convertido en un deleite querido en todo el mundo. Estas tartas individuales no solo son deliciosas, sino que también son versátiles, portátiles y perfectas para cualquier ocasión.

Pero, ¿de dónde provienen estas pequeñas maravillas dulces y cómo puedes crear las tuyas en casa? ¡Sumerjámonos en el delicioso mundo de los cupcakes!

El nacimiento del cupcake

El origen de los cupcakes se remonta a fines del siglo XVIII. El término "cupcake" apareció por primera vez en el libro de cocina de Amelia Simmons, American Cookery, en 1796. En ese entonces, se refería a un pastel horneado en tazas pequeñas, en lugar de los pasteles individuales que conocemos hoy en día.

El cupcake moderno surgió en el siglo XIX. Existen dos teorías sobre su desarrollo:

1. Horneado eficiente: los pasteles se horneaban en tazas de cerámica individuales, ramequines o moldes para ahorrar tiempo en la cocina.

2. Medición de ingredientes: algunas recetas antiguas medían los ingredientes en tazas (1 taza de mantequilla, 2 tazas de azúcar, etc.), de ahí el nombre de "cupcakes".

A principios del siglo XX, los cupcakes se habían vuelto populares. La introducción de los envoltorios de papel en la década de 1920 los hizo aún más convenientes y, en el siglo XXI, los cupcakes se habían convertido en un fenómeno cultural, con panaderías especializadas apareciendo en ciudades de todo el mundo.

Cómo hacer cupcakes en casa

Para hacer deliciosos cupcakes caseros, comience por precalentar el horno a 350 °F (175 °C) y forre un molde para cupcakes con envoltorios de papel. En un tazón grande, bata 1/2 taza de mantequilla sin sal ablandada y 1 taza de azúcar granulada hasta que la masa quede suave y esponjosa. Batir dos huevos grandes, uno a la vez, luego agregar 2 cucharaditas de extracto de vainilla.

En un recipiente aparte, mezcla 1 taza y media de harina común, 1 cucharadita y media de polvo para hornear y una pizca de sal. Incorpora gradualmente los ingredientes secos a la mezcla de manteca, alternando con 1/2 taza de leche, comenzando y terminando con los ingredientes secos. Y luego mezcla hasta que se integren.

Rellena los moldes para cupcakes de manera uniforme con la masa, llenándolos hasta aproximadamente dos tercios de su capacidad. Hornea entre 18 y 20 minutos, o hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio. Deja que los cupcakes se enfríen en el molde durante unos minutos antes de pasarlos a una rejilla para que se enfríen por completo. Una vez fríos, decóralos con el glaseado de tu elección.

Una receta sencilla para preparar un glaseado de mantequilla básico consiste en mezclar 1/2 taza de mantequilla ablandada, 2 tazas de azúcar glas, 2 cucharadas de leche y 1 cucharadita de extracto de vainilla. Bate todo hasta obtener una mezcla suave y cremosa. Disfruta tus cupcakes caseros acompañados de una taza de té o un vaso de leche. ¡Delicioso!

Consejos para unos cupcakes perfectos

• No mezcles demasiado la masa, esto puede hacer que los cupcakes queden duros.

•Llena los moldes hasta 2/3 de su capacidad para prevenir que se desborden durante la cocción.

• El glaseado se puede espolvorear solo después de que los cupcakes se hayan enfriado por completo.

Ya sea que estés horneando para una ocasión especial o simplemente para satisfacer un antojo dulce, los cupcakes caseros sin duda traerán alegría. Son ideales tanto para quienes están comenzando como para los más experimentados en la repostería, ofreciendo un lienzo para la creatividad y una deliciosa recompensa por tu esfuerzo. Así que precalienta el horno, toma tu tazón para mezclar y prepárate para crear tus propias pequeñas delicias. ¡A disfrutar!