El té de menta marroquí, o atay bi nahna, es más que una bebida, es una parte fundamental de la cultura marroquí, simbolizando la hospitalidad, la conexión social y la tradición

Este famoso té tiene una rica historia y una forma especial de disfrutarse.

Antecedentes históricos

El té de menta marroquí tiene sus orígenes en el siglo XII, con diversas historias sobre su llegada. Algunos dicen que los fenicios lo trajeron, mientras que otros creen que se popularizó porque la reina Ana de Inglaterra ofreció té al sultán Moulay Ismail en el siglo XVII. En el siglo XVIII, con la expansión del comercio, el té verde de China comenzó a llegar a Marruecos y se endulzó con menta local.

Preparación y ritual

Hacer té de menta marroquí es más que simplemente preparar una bebida: es un ritual especial que muestra los valores marroquíes de hospitalidad y respeto. La bebida se prepara con té verde, menta fresca y mucho azúcar, a veces hasta 15 terrones de azúcar por tetera. Se sirve en tres etapas: la primera infusión es fuerte y amarga, la segunda es de intensidad media, y la tercera es más ligera y muy dulce. Este proceso no se trata solo de beber té, es un momento para conectar y charlar con amigos y familiares.

El té se vierte tradicionalmente desde lo alto en vasos pequeños. Esto hace que el té tenga mejor sabor y muestra la habilidad del servidor. A menudo se considera una actuación que resalta la importancia del invitado.

Importancia social

El té de menta es una parte importante de la vida social marroquí. Se sirve a los invitados como una cálida bienvenida y se disfruta en reuniones, celebraciones y visitas casuales. Compartir té ayuda a construir relaciones y lo convierte en una parte clave de la cultura marroquí. La bandeja de té, con su tetera y vasos de colores, se convierte en el centro de la interacción social, difuminando la distinción entre anfitrión e invitado.

Beneficios para la salud

Además de su importancia cultural, el té de menta marroquí también es bueno para la salud. La mezcla de té verde y menta está llena de antioxidantes que ayudan a la digestión, reducen los dolores de cabeza y dan un impulso refrescante. El mentol de la menta tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, lo que también hace que el té sea calmante para los problemas respiratorios.

Influencia global

A medida que el té de menta marroquí se hace cada vez más popular a nivel mundial, también lleva consigo el espíritu de la hospitalidad marroquí. Su sabor refrescante y la experiencia compartida que ofrece lo han convertido en una delicia apreciada en muchos lugares.

En resumen, el té de menta marroquí es más que una bebida, es una mezcla de historia, cultura y conexión social. Representa la hospitalidad marroquí y nos recuerda la importancia de la comunidad y la unión en nuestras vidas.