El calor abrasador del verano a menudo lleva a las personas a buscar consuelo en bebidas frías.

Si bien estas bebidas pueden ser refrescantes y ayudar a combatir el calor, es crucial hacer elecciones saludables para asegurar que contribuyan positivamente a tu bienestar general.

La clave para beber bebidas frías en verano de una manera saludable radica en seleccionar las bebidas correctas, entender su contenido nutricional y moderar el consumo. Este ensayo explora cómo disfrutar de las bebidas frías durante los meses calurosos mientras se mantiene un estilo de vida saludable.

Elegir las bebidas correctas

Agua: la bebida fría más básica y esencial es el agua. Beber mucha agua fría ayuda a mantener el cuerpo hidratado sin agregar calorías o azúcares. Para un toque refrescante, puedes infusionar agua con rodajas de frutas como limón, lima, bayas o pepino. Estas infusiones añaden un toque de sabor y pueden hacer que beber agua sea más agradable.

1. Tés herbales: los tés de hierbas helados son otra excelente opción. Tés como el de menta, manzanilla o hibisco se pueden preparar y luego enfriar para una bebida refrescante. Los tés de hierbas generalmente no contienen cafeína y pueden ofrecer varios beneficios para la salud dependiendo de las hierbas utilizadas, como ayudar en la digestión o proporcionar antioxidantes.

2. Jugos frescos: los jugos recién exprimidos de frutas y verduras pueden ser muy refrescantes y nutritivos. Opta por jugos hechos en casa para evitar los azúcares y conservantes añadidos que se encuentran comúnmente en las variedades compradas en tiendas. Mezclar frutas con verduras puede reducir el contenido de azúcar mientras se agregan nutrientes adicionales. Por ejemplo, mezclar zanahorias con manzanas o espinacas con naranjas crea una bebida equilibrada y rica en nutrientes.

3. Batidos: los batidos elaborados con frutas y verduras frescas, y una base como agua, leche o yogur, son nutritivos y saciantes. Pueden servir como un reemplazo rápido de comida o un snack saludable. Incluir ingredientes como hojas verdes, nueces, semillas y proteínas en polvo puede mejorar su perfil nutricional.

Moderación y consciencia

Limita las bebidas azucaradas: presta atención a la cantidad de azúcar en tus bebidas frías. Si bien los refrescos, cafés helados con jarabes y jugos de frutas comerciales son populares, a menudo contienen grandes cantidades de azúcares añadidos, lo que puede llevar al aumento de peso y otros problemas de salud. Si decides consumir estas bebidas, hazlo con moderación.

Evita los edulcorantes artificiales: muchas sodas dietéticas y bebidas bajas en calorías contienen endulzantes artificiales, que pueden tener efectos adversos para la salud cuando se consumen en grandes cantidades. Es mejor limitar su ingesta y optar por endulzantes naturales como miel o stevia cuando se desee un poco de dulzura.

Consideraciones de temperatura

Evitar las bebidas excesivamente frías: si bien puede ser tentador beber bebidas heladas, a veces pueden causar malestar digestivo o irritación en la garganta. Generalmente es mejor consumir bebidas que estén frescas en lugar de heladas, ya que es menos probable que causen un choque en el sistema.

Equilibrio de hidratación: consumir bebidas muy frías rápidamente también puede llevar a una reducción temporal de la temperatura corporal central, lo que podría causar un aumento paradójico del calor corporal una vez que el cuerpo comienza a calentarse nuevamente. Bebe lentamente las bebidas para mantener una temperatura interna equilibrada.